- Carolina Stanley y Juliana Awada conocieron de cerca los proyectos de 60 productores hotícolas.
- La ministra recorrió los cultivos en compañía de la primera dama, Juliana Awada.
- Carolina Stanley junto a uno de los huerteros del Parque Hortícola de Paraná, Entre Ríos.
En el Parque Hortícola de Paraná, en Entre Ríos, trabajan 60 huerteros que se dedican al cultivo de tomate, pimientos, rúcula y lechuga a través del programa Pro Huerta. Además, siembran brócoli, cebolla de verdeo, acelga y espinaca, entre otros productos agroecológicos. Todo lo que recolectan es para consumo familiar y sus excedentes los comercializan en el mercado local.
Esta semana fueron visitados por la ministra Carolina Stanley y la primera dama, Juliana Awada, quienes recorrieron las huertas y conocieron de cerca el trabajo que realizan los emprendedores. En su gran mayoría, son vecinos del barrio Colonia Avellaneda que vienen trabajando en esta actividad desde hace 23 años y que ahora buscan constituirse en una cooperativa.
Durante su visita a Paraná, Stanley señaló: “Vinimos a conocer el trabajo que nuestros productores llevan adelante a través del programa Pro Huerta, donde empezaron a cultivar en el jardín de su casa y hoy pueden desarrollarlo como la actividad de sustento de sus familias, comercializando sus productos con ayuda del INTA y del ministerio”. Durante su conversación con los productores, la ministra destacó la cultura de trabajo de los huerteros: “hoy tienen la posibilidad de salir adelante con estos emprendimientos tan nobles”.
El trabajo de todos los integrantes del Parque Hortícola logró que este espacio se convierta en uno de los principales proveedores de hortalizas de Paraná. Por año, llegan a producir 330 toneladas de lechuga, 250 de tomate y 125 de pimientos.
Las familias que se sustentan a través de este proyecto productivo cuentan además con una labor solidaria: donan alimentos frescos al Asilo Municipal de Ancianos de la ciudad y brindan talleres sobre cultivos, alimentos y cuidado del medio ambiente a alumnos, docentes y vecinos de la comunidad.
A través del apoyo de este tipo de proyectos, el programa Pro Huerta busca mejorar y diversificar la alimentación de las comunidades a través de cultivos sustentables y amigables con la naturaleza. “Nosotros identificamos aquellos productores que empiezan a tener excedentes. Son productores que ya van pasando del autoconsumo a comercialización. Entonces los capacitamos y le mostramos que esta actividad es una manera de generar trabajo”, aseguró Gustavo Patriarca, ingeniero agrónomo del INTA de Paraná.
El programa ofrece recursos como semillas, frutales y herramientas para que los proyectos productivos puedan seguir creciendo. Y se los asesora técnicamente para iniciar un camino hacia la comercialización de eventuales excedentes que mejoren los ingresos familiares.